El Infierno de los Chicago Bulls Tras Michael Jordan 🥶

El Infierno de los Chicago Bulls Tras Michael Jordan 🥶

Los Chicago Bulls dominaron el mundo durante los 90. Seis finales, seis anillos y una leyenda, Michael Jordan. Tras su retirada, la dinastía se derrumbó. Un equipo temido se transformó en uno totalmente mediocre. Entre malas decisiones, egos, lesiones y fracasos pasaron de la cima a la nada. El corazón de la Liga se transformó en una decepción. Con la excepción de la era de Derrick Rose, los Chicago Bulls han sido una franquicia terrible, una de las peores de toda la NBA, con múltiples fracasos a lo largo de tres décadas. El sexto anillo de Michael Jordan y los Chicago Bulls fue la maravilla final de un equipo legendario. Todos eran conscientes de que lograda o no la gran meta, no volverían a jugar juntos. Jerry Kraus quería reconstruir y en una cosa tenía razón. Esa plantilla ya no iba a dar mucho más de sí. Las estrellas tenían una edad que gustase más o gustase menos se acercaba a la retirada. Podían haber competido otro año. Quizás sí, quizá no. Es una realidad que no pudimos vivir. Así Michael Jordan se marchó por segunda ocasión. Rodman acabó libre y recaló en los Lakers. Scotty Pipen fue traspasado a Portland, aunque su historia completa ya os la conté en otro vídeo del canal. Y por supuesto, Phil Jackson no vio renovado su contrato. Decidió irse a las montañas a descansar sin saber que acabarían los Ángeles. Tim Floyd, un entrenador sin experiencia, tenía el durísimo reto de reemplazar a uno de los mejores de la historia. Lo debía hacer con una plantilla enlaque de aquel equipo legendario apenas quedaban Tony Kukoch y Ron Harper. Por eso mismo la 9899 fue horrenda. 13 victorias, 37 derrotas, un ataque terrible y una defensa normalita. Llegó una gran noticia en forma de picuno del draft. El Tom Brand sería el elegido por delante de nombres como Steve Francis, Baron Davis, Rip Hamilton o Son Merion. No tuvo un mal debut e incluso compartió el premio de rookie del año. El único pero es que el balance final fue desastroso. 17 victorias y 65 derrotas. Igualito que con Michael Jordan, ¿eh? Igualito intentaron atraer agentes libres sin éxito y nombres como Brad Miller o Ron Merer tampoco fueron la solución. Hablamos ya de la tercera temporada sin Mike y el balance difícilmente podía ser peor. 15 victorias, dos menos que el año anterior, no era la dirección correcta y por eso mismo Jerry Kraus decidió apostar por un movimiento drástico. Traspasó a Elton Brand a cambio de Tyson Chandler. También seleccionaron a Eddie Carry en el draft, la otra gran apuesta de futuro. ¿Salió bien? Pues claro que no. Aparte de vivir varios movimientos en el roster, Tim Floyd fue despedido y llegó Bill Carwright, una leyenda para los Bulls. Son bastante curiosos los nombres que pasaron por los Bulls entre 2001 y 2002. Jayen Rose, Meta World Peace, Marcus Pfizer. También fue la temporada Sofomore de un jovencísimo llamal Crowford, que junto a Chandler y Carry eran los chavales prometedores. Que no ganadores, cuidado, ya que solo acumularon 21 triunfos. En las cuatro temporadas posteriores a la segunda retirada de Jordan, los Bulls ganaron 66 partidos en total. Para ver la diferencia en tres de los seis anillos de Chicago ganaron más de esa cifra. Las cosas iban a cambiar un poquito. Comandados por Jayen Rose y con un roster con muchos jóvenes atléticos y competentes alcanzaron las 30 victorias. Todavía eran malos, pero cuidadito que hubo progresión. Sin embargo, esto no impidió que Jerry Kraus, agotado por los problemas que le generaba su obesidad, decidiese dimitir. Esto puede sonar la faltada y que lo estoy llamando gordo, pero no. No. Lo dijo el mismo. El arquitecto de la gran dinastía, fue incapaz de competir sin Michael Jordan y con la enfermedad como preocupación principal se marchó. Así es como dio paso a una leyenda de la franquicia, quien protagonizó un momento clave en el anillo del 93. Tras un 410 de arranque, Paxon hizo su primer gran movimiento, quitarse de encima a un Bill Carwright que no demostró grandes cosas como entrenador. Contrató a Scott Skills, quien ya había logrado llevar a los Sans de Jason Kid a la postemporada. Por otro lado, regresó Scotty Pipen, ya veteranísimo, pero no tuvo premio. 23 victorias finales que fueron muy tristes. Yamal Crowford se destapó como el anotador principal, mientras que un jovencísimo Kir Hinrich se metió a los aficionados en el bolsillo. Entonces la clavaron en el draft de 2004. Lual Deng, Ben Gordon, que por cierto fue sexto hombre del año, y Chris Dujón. Junto al fichaje del Chapu Nochioni Oro con Argentina, nombre por nombre, pues no eran la plantilla más prometedora, pero lo cierto es que se salieron. Ganaron 47 partidos, un salto espectacular. Arrancaron con un 09 y desde ahí solo mejoraron. Es cierto que su ataque era de los peores de la competición, pero tenían la segunda mejor defensa de toda la NBA y esto lo cambió todo. Fueron una trituradora en una era de marcadores bajos, repartiendo incluso palizas a los peores equipos. Por primera vez desde el 98 se clasificaron a los playoffs, aunque las lesiones de Deng y Carry fueron determinantes para mal. perdieron en seis partidos contra los Wizards y ojito que aquí Hinrich dio un buen paso al frente y sin embargo no fue suficiente. También hubo otra muy mala noticia que sacudió al equipo Eddie Carry, quien se había perdido los últimos 19 encuentros de regular season y la postemporada padecía una ritmia que los Bulls temieron que pudiese ser mortal. Llegaron a pedirle toda una serie de pruebas de corazón que no quiso hacerse y cuando los Nicks propusieron un traspaso por él lo aceptaron. Como curiosidad o más bien dato importante, la NBA impuso a todos sus jugadores controles coronarios a partir de la siguiente temporada. En parte fue por Eddie Carry, en parte también porque Jason Collier, jugador de Atlanta, falleció repentinamente por problemas de corazón que no le habían detectado. Sin un gran pivot dominante, ya que Tyson Chandler todavía estaba lejos de explotar, firmaron un balance de 4141. fue suficiente para clasificarse a la postemporada, pero perdieron contra los hit campeones. Lo bueno pues que compitieron y les hicieron sufrir que para ser un equipo tan joven y con tanto margen de mejora, oye, estaba muy bien. El roster estaba claro y las carencias eran visibles. La llegada de Bengualas, un veterano muy experimentado, les dio todavía más potencia en defensa. Fueron la mejor de toda la competición y tras superar un mal arranque otra vez, porque se ve que siempre llegaban lentitos, alcanzaron la nada despreciable cifra de 49 triunfos. construidos desde atrás, machacaron a unos hit campeones que a decir verdad ya estaban destrozados por dentro. Luego es cierto que las semifinales contra Detroit dieron mucha batalla, pero esos pistón serán mejores. Este vídeo está patrocinado por Fútbol UFO y no te voy a dar mucho la turra. 8% de descuento con el código de casas y te cuento algo más importante aún. Si pides dos camisetas, te regalan una y si pides cuatro, te regalan dos y el envío es gratis. ¿Cómo se hace? Muy fácil. Haces tu pedido y en la caja de comentarios pides las que quieres. Punto final. La calidad está muy bien. Sirven para decorar, para jugar, para hacer lo que te dé la gana realmente. La gente ha hecho cientos de pedidos y están muy contentos. Cualquier duda te dejo mi correo en pantalla y te respondo lo que necesites. Y nada, 8% de descuento con el código de CAS. Te dejo los enlaces en la descripción y comentario fijado. Gracias a Fútbol UFO y seguimos. La agencia libre de 2007 tuvo un evento que pudo cambiarlo todo y ese fue la llegada de Kobe Bryant a Chicago. No exagero ni fue un pequeñito rumor, estuvo cerca de pasar. La sombra de Michael Jordan siempre persiguió a Kobe y hasta en dos ocasiones pudo marchar a Chicago. La primera fue en 2004, cuando la franquicia eligió entre él Osakil Oil. La segunda se dio en el verano de 2007. Harto de tener una plantilla anticompetitiva, Brian pidió su traspaso y ambas franquicias se sentaron a negociar. ¿Queréis saber por qué no se dio? Pues por un nombre clave, Lueng. Las negociaciones avanzaron bastante, pero Kobi amenazó el traspaso si él no estaba en Chicago. Tras un tira floja largo, este capítulo se cerró y la historia siguió su curso con normalidad. Claro que por dentro hubo toda una serie de dramas internos que dinamitaron a la plantilla. Tanto Deng como Gordon pelearon por conseguir un contrato mejor. Scott perdió la confianza del equipo y tras arrancar con un 916 fue despedido. Jim Boyan, su sustituto, se pasó de exigente y perdió el vestuario. Hinrich fue mucho menos eficiente, Deni. El rendimiento defensivo se desplomó y es que todo le salió mal. Apenas ganaron 33 partidos y con esto se cerró la segunda etapa post Jordan, una más competitiva, pero cuyo mejor resultado fue una segunda ronda de playoffs. El premio final fue la elección número uno del draft de 2008, un pck que supieron aprovechar muy bien. La etapa de Rose es la más salvable de Chicago. Solo tenían un probabilidades para llevarse el número uno y lo hicieron. Este es también el porcentaje más bajo con el que un equipo se ha llevado el número uno y el premio no pudo ser mejor. Derrick llegó tras una alucinante año en la Universidad de Memphis y su talento rivalizaba con las enormes expectativas puestas sobre él. rindió desde el primer día y eso que Vinel Negro no se caracterizó por ser un fantástico entrenador. El último año de Ben Gordon en los Bulls junto a nombres ya conocidos como Deng, Hinrich Onochioni y un jovencísimo Joaquim Noa, sirvió para firmar un 4141. Ese equipo de media tabla forzó un séptimo partido a los Celtics que fueron campeones, cosa que era inspiradora. Además, el debut de Rose fue la con 36 puntos y 11 asistencias. En su primera eliminatoria demostró que era una estrella en proceso. Tras esta eliminación, Paxon ascendió a vicepresidente ejecutivo y Garman tomó el relevo como General Manager. En el draft de 2009 llegaron un par de nombres conocidos, James Johnson, que sigue en Indiana, y Tach Gibson. Desafortunadamente para ellos, Ben Gordon se marchó a Detroit y la filosofía del equipo cambió. La identidad se construiría desde la defensa y los balones iban a ir al bueno, a Derick Rose. Volvieron a firmar un 4141 de balance, aunque LeBron James se los cargó en cinco partidos. Los movimientos realizados previamente no fueron suficientes y si un equipo no arranca, quien suele pagar los platos rotos es el entrenador. Vini fue despedido y dio paso a una figura mucho más conocida y mucho más popular, Tom Tibodo, el mejor año de los Bulls estaba a puntito de llegar. Con la promesa de devolver la identidad competitiva y pelear al máximo nivel, Tips tenía un reto enorme por delante, cumplirlo. Con nombres como el recién llegado Carlos Buser, Kyle Corber, CE Watson, Homera, Sik, Deng o Noha. La plantilla tenía potencial. Era un equipo joven, enérgico y con mucho talento en defensa. Y por encima de todos ellos estaba naturalmente Derick Rose. El jugador de tercer año se llevó el MVP y fue la persona más joven en lograrlo en la historia de la NBA. 25 puntos, 7,7 asistencias y cuatro rebotes por noche. Dominó a los rivales que se le pusieron por delante y aunque su premio pudo ser discutido, lo cierto es que lo mereció. Claro que lo que marcó realmente aquellos Bulls fue la defensa. Solo concedieron 91 tantos por noche, la mejor marca de la liga con diferencia. A ese nivel, sus 62 victorias sirvieron para lograr el mejor récord de la competición. De una temporada a otra pasaron a tener un MVP y ganar más de 60 partidos. La ilusión regresó a la ciudad porque ahora sí aquellos tiempos de Michael Jordan parecían haber vuelto y encima el arranque en los playoffs no pudo ser mejor. Vencieron sobradamente a Indiana con un 4-1 y también se cargaron a los Hawks 4 a2. Rose firmó actuaciones que le recordaron al mundo por qué había sido el MVP y Chicago triunfó. Tras esto, LeBron James y el Big 3 de Miami los detuvo. Eran unas bestias y no tuvieron rival. Esa 2010-211 parecía marcar el regreso de Chicago al lugar donde estuvo en los 90, la parte alta del este. A nadie le gusta caer eliminado, pero Jordan, por ejemplo, tampoco ganó hasta su séptima temporada. Si había un buen motivo para creer de Rick Rose. Su talento no parecía tener techo y si lo rodeaban bien, se hacían bien su trabajo. Aspiraban a ganar títulos más pronto que tarde. Por eso mismo renovaron a su estrella con un contrato máximo que provocó la creación de la regla de Rick Rose. Si un jugador en su contrato de novato lograba ser dos veces all NBA, dos veces titular en el All Star o directamente MVP, podría llevarse el 30% del espacio salarial del equipo. Play Griffin, Paul George o Luca Donchic tras el CBA de 2017 son varios de los nombres que aprovecharon esta regla. Pero volviendo a Chicago, también firmaron a Rip Hamilton en la agencia libre y con el número 30 draftearon a un tal Jimmy Butler. Igual os suena. La plantilla era bastante potente y por eso mismo firmaron un 5016. Rose se perdió 25 partidos por una serie de lesiones, cosa que no impidió que fuesen el quinto mejor ataque y la segunda mejor defensa. Antes de arrancar la temporada partían como el tercer favorito al título y superaron las expectativas. Quizá podía ser el año en el que volver a la gloria, porque lo tenían todo y, de hecho, debutarían contra los Philadelphia 76ers, un equipo inferior al que dominaron en el primer partido. La ventaja al descanso era de 11 puntos y de 13 al acabar el tercer cuarto. A falta de 3 minutos, dominaban por 16, un momento ideal y fantástico para sentar a los titulares. Por desgracia, Tibodo no quiso hacerlo y el destino no pudo ser más cruel. ¿Se pudo evitar esta lesión? Pues francamente es complicado afirmar que sí. Lo que sí que está muy claro es que no debía estar en pista porque no hacía ninguna falta. Quizá Rose se hubiese lesionado en otro momento porque aquella temporada fue muy exigente a nivel físico. Como consecuencia delout, los equipos jugaron tres partidos en tr días, cuatro en cinco, nu en 12. El propio Derrick sufrió cinco lesiones diferentes ese año y su cuerpo estaba muy mal herido. No volvió para la 2012-2013 y sin él las expectativas se hundieron. Con Nate Robinson, Marco Bellinelli y un Jimmy Butler que pedía gritos más importancia firmaron un 4537. Ya en la primera ronda se impusieron 4-3 a los Nets, pero los Hit eran un monstruo muy diferente y la siguiente campaña, desafortunadamente solo trajo más desgracias. Derrick apenas pudo disputar 10 partidos por una rotura del menisco medial. Den fue traspasado a Cleveland y Bodo construyó el juego del equipo a través de la defensa de Noa, quien acabó en el primer quinteto o el NBA, primer quinteto defensivo, cuarto por el MVP y se llevó la estatuilla defensor del año. El drama fue que en ataque eran un completo despropósito. Perdieron en cinco partidos contra los Wizards y ahí se acabó su temporada. Con esto hemos llegado a la última gran temporada de Chicago y sí, lo has pensado bien. Ha pasado una década, así que imaginad la que se viene. La agencia libre de 2014 fue muy positiva para ellos. Derrick Rose por fin estaba sano y firmaron a Pao Gasol. montaron un roster profundo y talentoso con nombres como Aaron Brooks, Mirotic o Mike Dan Liby. Butler se destapó como All Star durante el año, categoría que también alcanzó un pao gasol que con 34 palos logró entrar en el segundo quinteto el NBA. De verdad que su temporada fue cremita, aunque obviamente no todo era alegría. Rose consideraba que faltaba cohesión en el equipo y las tensiones entre Tibodó y la directiva no hacían más que crecer. Pese a ello, firmaron 50 victorias y superaron a los BS en la primera ronda. Después, un tiro ganador de Rose puso el 21 ante los Cavaliers de, por supuesto, Hebron James. Este lo contrarrestó con otro Game Winner. Y aquí hay un punto que lo pudo cambiar todo. La ausencia de Pau desde el cuarto partido fue determinante porque con él parecían capaces de ganar, pero no sucedió. Cleveland avanzó, llegó hasta las finales y Chicago se marchó de vacaciones. Ante este resultado decidieron desmantelar el proyecto. Jerry Kraus al menos tuvo la capacidad de construir una dinastía. Se llevaba a matar con los jugadores y todo el mundo le odiaba, pero ganaron. Paxon y Forman se transformaron en figuras odiadas en la ciudad y con razón, apenas lograron grandes movimientos. Y de no ser por la explosión de Rose, su etapa pudo ser mucho peor. Despidieron a Tibodó para contratar a un Freit Hobber que francamente no mereció el puesto y aún así estuvo tres temporadas y media. Arrancaron bien con un 83 y a partir de ese punto se desplomaron. Por primera vez en 7 años no se clasificaron a los playoffs y tras esto llegó el fatídico traspaso de Derick Rose. Fue enviado a los Nicks, algo que dolió muchísimo a los aficionados y con razón. La cosa es que luego llegaron más movimientos todavía. Para febrero de 2017 el equipo era irreconocible. Jimmy Butler, Dwayne Wade y Reyon Rondo eran los líderes de Chicago. A nivel individual, Jimmy Butler se salió, pero es que apenas ganaron 41 partidos. Entraron como el octavo clasificado a los playoff y tras arrancar 2-0 contra Boston, perdieron cuatro seguidos. Las tensiones internas eran insalvables. Las tres estrellas chocaban con los más jóvenes y no poco. Heg no supo manejar el vestuario y era mucho peor entrenador que Tibodó. Con esto se acercaba el final de la era de Paxon y Forman, solo que tenían un último regalo envenenadísimo al equipo. Iban a dejar como herencia una de las peores etapas de la franquicia, así que vamos a verlo. En junio de 2017, Jimmy Butler fue traspasado a los Wolves a cambio de Zaclavin, Chris Dan y un pic número siete que se transformó en Laur Marcanen. hicieron limpieza en el equipo porque dejaron marchar a Rondo, a Isay Canan, a Carter Williams y también acordaron un via con Wade. Tras esto, una pelea entre Bobby Portis y Mirotic acabó con el primero suspendido ocho partidos y el segundo con una conmoción cerebral y fracturas faciales que lo dejaron fuera de juego 23 encuentros. Un arranque cojonudo, la verdad. Apenas ganaron 27 partidos con un roster que sinceramente no iba a ningún sitio. Y si esta temporada fue olvidable, la siguiente ya ni os cuento. Renovaron a La Vin, que oye, firmó un gran año, y seleccionaron a Wendel Carter Jor en el draft. Despidieron a Heer por fin, ya que arrancó 5:19 y Jim Boy tampoco pudo salvar la papeleta que se encontró. Que llegó después, lo habéis adivinado, otro año de aunque interrumpido por la pandemia. Lavin, Marken y White fueron los mejores jugadores del equipo, pero es que no iban hacia ninguna parte. Con un balance de 2243, la mejor de las noticias fue que Forman perdió el control del equipo y dio paso a Arturas Carnisovas como general manager. Carnisovas llegó con nuevas ideas, pero sobre todo con un proyecto en mente. Contrató a Billy Dononovan como entrenador y tenía traspasos pensados, pero debía ir poquito a poco. El año fue mejor, pero tampoco ninguna locura. perdieron menos que la temporada previa y en marzo intentaron un gran movimiento al traspasar para conseguir a Nikola Bevich. Terminaron 3141 y otra vez a casa de vacaciones antes de tiempo y cuando ya nadie contaba con ellos, cuando ya eran vistos como un meme, firmaron una agencia libre tremenda que trajo resultados impecables. Dosun fue una gran selección con el pic 38. Consiguieron Alonso Ball, firmaron a Caruso y de Rousan llegó al equipo. Markan acabó en Cleveland. Sí, pero tuvieron un arranque de temporada tremendo. En enero llegaron a estar clasificados en la primera posición con un 2610 de balance. Rousan volaba y ganaba partidos. Lavin y Buevic rendían como se esperaba de ellos y el equipo funcionaba muy bien. De hecho, tanto Demar como Zac fueron seleccionados para LOL Star, así que imaginad cómo de bien lo estaban haciendo. Entonces Lonzo se rompió y se fueron a tomar por culo. Era el director del equipo, quien más aportaba a la hora de equilibrar el juego. La plantilla se desplomó. Cerraron el año en la sexta posición y Milwuke les endosó un 4-1. mantuvieron el proyecto y como era de esperar el resultado fue el mismo. Mediocridad 4042, derrota en el segundo partido del Playin y otro año completamente malgastado. Tras esto, ¿sabéis lo que hicieron? Renovar a Buchevic y Koby White. Con el mismo núcleo llegó el mismo resultado. 39 victorias, equipo mediocre, ataque mediocre, defensa mediocre, resultado mediocre. Otro playin, victoria ante los Hawks y otra derrota ante Miami Hit. Y con esto hemos llegado a la última temporada. Tras varios fracasos consecutivos acumulados, por fin apretaron el botón de reconstruir, aunque tampoco lo hicieron especialmente bien. The Rosan fue traspasado a Sacramento Caruso a los Thunder y se quedaron a medio camino porque Lavin y Wevic seguían ahí. Hay que decir que más tarde mandaron a Zaka Sacramento, pero en febrero priorizando por fin a los jóvenes. ¿Sabéis qué es lo peor de todo esto? que ganaron 39 partidos, cifra suficiente para llegar al playin y perder contra Miami por tercera ocasión consecutiva. En la última década los Bulls han jugado dos primeras rondas de playoffs, pero es que si reducimos el impacto de los últimos años, vamos a ver que han estirado un proyecto que es que yo no sé ni qué deciros. Esto no hay forma de venderlo. Esta temporada tienen un roster más joven con nombres interesantes como Jos Gidiy Matas Bucelis. Lo normal sería que pierdan incluso más que antes, porque por fin han asumido que necesitan reconstruir de forma profunda. Tienen que conseguir ese gran talento que les permita pensar a largo plazo y competir de verdad. Si Chicago no es considerada la peor franquicia de la NBA, es porque tienes la suerte de que existen equipos como los Hornets o los Pelicans. Pero cuidadito porque no están tan lejos. Tras la retirada de Jordan y la desintegración de la dinastía, los Chicago Bulls no han levantado cabeza. Entre 1998 y principios de los 2000 intentaron reconstruirse con nombres como Brand, Chandler o Yamal Crowford, pero solo lograron derrotas y temporadas bastante malas. Justo antes de la llegada de Derick Rose compitieron algo, pero tampoco mucho. Y ya a partir de 2008 fue la última gran esperanza para una franquicia que volvió a brillar momentáneamente. Un MVP muy joven y un enfoque defensivo de élite bajo el control de Tom Tibodó. Entonces llegó su durísima lesión y con la excepción del año junto a Pao Gasol y Butler no lograron nada. Muchos de estos problemas nacieron y continúan existiendo por culpa de un propietario nada involucrado con su equipo. También influyen unas oficinas que francamente están para derrumbarlas enteras. Ya va casi una década de absoluta mediocridad y aunque por fin han abrazado la reconstrucción, es una pena ver un equipo de una ciudad tan importante así de mal. Es obvio que no crearán una dinastía como la de Jordan, porque nadie puede hacerlo, pero es penoso ver a un equipo así. Han sido 27 años terribles con muy pocos motivos para la alegría. Y esto ha sido todo. Estarás viendo los miembros del Patreon y gracias a ellos este canal es más sostenible. Si quieres mucho más contenido exclusivo, tienes un enlace en la descripción, comentario fijado y en pantalla. También tienes ahora mismo otro vídeo disponible. Allí te hablo de Kate Cunningham, su evolución, ¿por qué es tan bueno? ¿Y por qué los Pistons confían en que sea su hombre franquicia? Y oye, ¿por qué no soñar con un MVP o con un título? Muchas gracias y nos vemos. Yeah.

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Los Chicago Bulls han vivido casi tres décadas de mediocridad tras la era Michael Jordan, encadenando malas decisiones, egos, lesiones y reconstrucciones fallidas. Salvo el oasis de Derrick Rose y una breve etapa competitiva junto a Pau Gasol y Jimmy Butler, la franquicia ha pasado de la cima de la NBA a ser uno de los equipos menos relevantes, estirando proyectos agotados y postergando la reconstrucción real.

Las últimas temporadas han estado marcadas por la falta de rumbo, repitiendo el mismo núcleo de jugadores sin éxito y apostando finalmente por una plantilla joven tras los traspasos recientes de DeRozan y LaVine. Chicago encara por fin una reconstrucción profunda con talento joven, aunque con poco optimismo tras 27 años de resultados mediocres y una gestión cuestionable.

El presente invita a mirar al futuro, aunque sin ilusiones inmediatas de crear otra dinastía: la prioridad de la franquicia, por primera vez en años, es volver a construir desde cero y buscar una nueva identidad para devolver la esperanza a una de las ciudades históricas de la liga.​ Pero para llegar a este punto han necesitado 3 décadas.
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00:00 Intro
00:36 I. Las retiradas son difíciles
03:58 II. La era de Paxson
09:04 III. Un oasis llamado Derrick Rose
18:01 IV. La mediocridad más absoluta
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Soy David Casas, y desde hace unos años hablo sobre baloncesto y la NBA en YouTube y en mis redes sociales. Para más contenido, lo más sencillo es que te quedes en el canal. Y oye, ya si has llegado hasta aquí, y estás leyendo esto, pues deja un comentario proponiendo algún tema, que a lo mejor tienes una buena idea y sale un buen vídeo.